viernes, 9 de marzo de 2012

La galletita que vendió 500 mil millones de unidades

Después del Big Mac de McDonald’s, las Oreo son el producto alimenticio más vendido del mundo: cada año se venden 7,500 millones de galletitas, 20.500.000 galletitas cada día. El 6 de marzo se cumplieron 100 años desde que se vendió el primer paquete en EE.UU. La primera galletita Oreo ya tenían los mismos ingredientes que las que se venden hoy: dos tapas de chocolate negro y un relleno de crema de vainilla. Aunque a lo largo de su historia se sumaron otros sabores, como el té verde en China o moras en Indonesia, o la edición especial aniversario Birthday Cake; y presentaciones, como las mini Oreo o las de dos capas de crema (Triple Double) y una línea de helados. Alimento global Las Oreo se consiguen en más de 100 países (en algunos, como en Alemania, Polonia e India, hace sólo un año) y la Argentina, donde aparecieron por primera vez en 1995, está entre los diez mercados más grandes del mundo. Enn el país se venden distintas variedades: Oreo x3 (versión local de Triple Double), las Oreo Duo (galletitas con una capa de crema pero de dos sabores, en frutilla-vainilla y banana con dulce de leche, y el inaudito Alfajor Oreo, con tres capas de galletitas y crema, cubiertas de chocolate, una variedad 100% argentina (no se vende en el resto del mundo). Por ser la galletita más popular del siglo XX, tiene una historia rica en detalles. Algunos sostienen que su nombre proviene de Or (oro en francés), mientras que otra leyenda dice que la palabra está formada por sílabas: “re” (de crema) entre dos “o” (de chocolate), haciendo un sandwich. De hecho, las que comenzaron llamándose en 1912 “Oreo Biscuit” (bizcochos) para 1920 se llamaban “Oreo Sandwich”; hoy son simplemente Oreos, un caso en que la marca se transforma en genérico, es decir, pasa a nombrar al producto. La regla dice que los comerciales de Oreo tienen que tener un vaso de leche y una o más personas que separan las tapas y pasan la lengua por la crema. Una variante que muestran los avisos -como este- es la práctica de volver a pegar las tapas luego de chuparlas para mojarlas en la leche. A lo largo de los 100 años, primero en afiches y luego en spots para televisión, en las publicidades de Oreo se hicieron notar y también promovieron sus propios debates: ¿Cómo se come una galletita Oreo? ¿Hay que separar las tapas antes de comerlas? Una encuesta reveló que la mitad de los que comen Oreo separan las tapas antes de comerlas, y las mujeres lo hacen haciéndolas girar, al menos con más frecuencia que los hombres. Los estudios de marketing la transformaron en objeto de estudio: es uno de los últimos productos clásicos (que perduran como nacieron), transgeneracionales y con un mercado todavía en expansión, dicen los expertos. Objeto de cultura popular El protagonismo de Oreo entre las tendencias relacionadas con la comida es amplio y diverso: además de comer Oreo, proliferan los intentos por imitarlas en casa (Oreo killers), también en casa productos derivados, como la torta Oreo, el Milk Shake o incluso obras de arte. La artista Judith G. Klausner las eligió como materia prima para tallar en la crema sofisticados camafeos victorianos. Los eslogan de Oreo fueron cambiando con los años. En los 80, eran anunciadas “Para el niño que hay en todos nosotros” mientras que la última, estrenada en 2004, la llama “La galletita favorita de la leche”. Para las celebraciones del aniversario, retomaron aquella idea, invitando a “celebrar el niño interior”.

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