lunes, 24 de enero de 2011

¿Está por estallar una nueva burbuja puntocom?

El año comenzó con la noticia de que la red social Facebook fue valuada en 50 mil millones de dólares, una cifra que logró acuñar en muy poco tiempo y algunos analistas encendieron las luces de alerta ante la probabilidad de que el mundo este frente a una nueva burbuja de las compañías puntocom.
A principio de enero el banco de inversiones Goldman Sachs y la empresa rusa Digital Sky Technologies inyectaron 500 millones de dólares en la compañía que lidera Marc Zuckerberg y la firma quedó valuada en 50 mil millones de dólares. Con esta inversión el valor de Facebook supera al conglomerado de medios Time Warner y compañías de internet como eBay y Yahoo. Pero tan sólo un año atrás Facebook estaba valuada en 23 mil millones de dólares.
La noticias de la inversión se produjo apenas días después de que Facebook fuera nombrado como el sitio más popular en EEUU en 2010, destronando así del liderazgo de Google. No obstante, el megabuscador de internet sigue ganando en otro terreno, su valuación asciende a los 192 mil millones de dólares.
La red social comenzó el año con el acuerdo con el banco de inversiones Goldan Sachs pero su objetivo es alcanzar durante 2011 los 500 accionistas, cifra que le permitirá hacer su ingreso a la denominada “meca del capitalismo”. Según las normas vigentes en Estados Unidos, si las acciones privadas de una compañía son mantenidas por más de 500 tenedores registrados, se le exige a esa compañía registrarse con la SEC, desclasificar públicamente sus informes y cotizar en la Bolsa de Nueva York.
Pero en la red de redes no todas son buenas noticias, la red social MySpace anunció su decisión de despedir a unos 500 empleados, reduciendo a la mitad su plantilla de trabajadores, y los especialistas del sector aseguran que se trata de un ajuste vinculado con el fuerte éxito de Facebook. “Estos cambios duros pero necesarios fueron tomados para dar a la empresa una senda clara para el crecimiento sostenido y la rentabilidad”, dijo el director ejecutivo Mikes Jones, tras el anuncio.
La medida tuvo lugar los primeros días de enero, tres meses después de que MySpace, propiedad de News Corp, se relanzara como sitio de entretenimiento, levantando así la bandera blanca a Facebook.
Al parecer los temores de una explosión de la burbuja no son infundados. Jeff Clavier, socio de SoftTech Venture Capital, conocido como el ángel de muchas startups en Silicon Valley, apunta que de aquí al próximo año “no habrá una gran explosión”, como la que vimos a comienzo de siglo pero “veremos sangre y lágrimas” entre muchas compañías tecnológicas que no conseguirán afianzarse.
A finales de los noventa internet vivió su primera gran crisis, la que se dio en llamar crisis de las puntocom; casos paradigmáticos de empresas que se lanzaron a una lucha de ofertas millonarias por compañías tecnológicas sin apenas beneficios y que tuvieron como colofón la quiebra del sistema y el estallido de la burbuja tecnológica. En aquel entonces, toda suerte de empresas ligadas al mundo de internet y de la tecnología se revalorizaron de forma fugaz, fruto de la especulación, hasta que un día, de repente, la burbuja estalló.
Muchos aseguran que la burbuja de las puntocom debió haber enseñado la importancia de no sobrevalorar la tecnología y los modelos de negocio basados en el crecimiento repentino y especulativo, pero en el último tiempo parece ocurrir un preocupante paralelismo con aquel fenómeno y diariamente se conocen operaciones millonarias sobre empresas ancladas en la internet social.
Antecedentes. La euforia y la fiebre por las empresas puntocom alcanzó su punto más alto con los máximos de la Bolsa neoyorquina el 10 de marzo de 2000. El Nasdaq Composite, índice de referencia del mercado tecnológico de Estados Unicos, llegó a superar los 5.000 puntos y las empresas que lo conformaban lograron valoraciones gigantescas de cientos de miles de millones de dólares.
Entre septiembre de 1998 y marzo de 2000, el conjunto de acciones de este mercado se dispararon un 240% en un episodio de generación de expectativas sin parangón. Tras el pinchazo de aquella burbuja, los mercados tocaron fondo en octubre de 2002 tras una caída acumulada del 77% en el índice Nasdaq.
Fueron los tiempos en que se valoraban compañías en función de las páginas vistas de sus sitios web y en los que nombres como AOL (Steve Case), principal proveedor de internet en Estados Unidos de la época, llegó a cerrar la mayor fusión de la historia con Time Warner, valorada en 124.000 millones de dólares, precisamente, mediante un intercambio de acciones. La unión AOL Time marcó el momento álgido de las puntocom. Pero antes de que se diese esa operación, AOL firmó otro de los capítulos del sector con la compra del navegador Nestcape, en 1998, por algo más de 4.000 millones de dólares.
Fue precisamente esa marca la que encarnó los primeros coletazos de aquella fiebre. Nestcape encarnó los primeros coletazos de la fiebre especulativa con las empresas tecnológicas. En 1995, el navegador fundado por Marc Andreessen (Mosaic) comenzó a cotizar en Wall Street. Sus acciones se multiplicaron por 10 el primer día.

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