viernes, 1 de octubre de 2010

Una película que muestra la historia de Facebook, un éxito y una amistad truncada

Justin Timberlake y Jesse Eisemberg en los roles de Sean Parker y Mark Zuckerberg, el creador de la red social Facebook, en el filme que dirigió David Fincher y que se inspira en un exitoso libro.El origen de una de las ideas más ingeniosas de la historia merecía su película. Y la tiene en “Red social”, el filme que indaga en el surgimiento de Facebook y de su creador Mark Zuckerberg.
El filme, que inauguró la 48ª edición del Festival de Cine de Nueva York y tendrá su estreno en Argentina el 21 de octubre próximo, está basada en el libro “Los multimillonarios accidentales”, de Ben Mezrich. En la presentación de la película dirigida por David Fincher estuvieron presentes sus protagonistas Jesse Eisenberg, Andrew Garfield y el cantante Justin Timberlake.
La obra cuenta cómo Zuckerberg, junto a un grupo de compañeros de la Universidad de Harvard, dieron origen a una red social que en pocos años creció hasta alcanzar más de 500 millones de usuarios en todo el mundo, transformó a su creador en una de las personas más ricas de Estados Unidos, pero también en el centro de varias disputas.
La película produjo cierta controversia por su retrato de Zuckerberg como un joven arrogante y con dificultades para comunicarse. Es que como lo dice su eslogan, “No haces 500 millones de amigos sin ganarte algunos enemigos”.
Y por allí pasa uno de los ejes de la película que aborda las acusaciones lanzadas por el director financiero original de Facebook, Eduardo Saverin, y dos compañeros de universidad de Zuckerberg, los mellizos Cameron y Tyler Winklevoss.
Tanto Saverin como los Winklevoss demandaron a Zuckerberg y Facebook, alegando haber participado en su invención y consiguieron acuerdos financieros en 2008.
Fincher (“El club de la pelea”, “El curioso caso de Benjamin Button”) se sumó al proyecto con la insistencia de que el filme no pasara por numerosos ciclos de revisiones sino que se agilizara “para mantener su actualidad”, explicó el director.
“Sentí que estaba hablando de algo que era inmediato”, dijo Fincher. “Antes, para hacer una invención que formara parte de tantas vidas como Facebook, necesitabas una cadena de montaje, una fuerza de trabajo. Ahora todo lo que necesitás son dos cajas de Red Bull”, bromeó.
“Probablemente los chicos de hoy usen tanto tiempo en Twitter y enviando mensajes instantáneos como yo lo hice viendo «La Isla de Gilligan»”, añadió Fincher, quien hizo un paralelo del filme con el clásico “Citizen Kane”, sobre el zar de los medios William Randolph Hearst, que muestra los conflictos de un joven con ideas brillantes.
Por su parte, el guionista Aaron Sorkin reconoció que no es fan de internet. Opinó que en mensajes en el muro de Facebook como “Compartí cinco postres con mis amigas. ¡Más vale que vaya al gimnasio mañana!”, ve a alguien que imita a personajes populares como Carrie Bradshaw. Las redes sociales, opinó el guionista, “nos alejaron más”.

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