
Desde hace años, su imagen forma parte de la tradición familiar boliviana, y el nuevo diseño realizado por el reconocido estudio de branding y packaging argentino respeta esa premisa.
En cuanto al proyecto, Adrián Pierini, diseñador y director general creativo de la agencia, comenta: “El proceso fue largo y muy cuidadoso. Llegamos a la conclusión de que la estructura básica no podría ser alterada por estar ya instalada fuertemente en sus consumidores. También descartamos la posibilidad de eliminar el ícono del caballo negro en actitud rampante que simboliza energía, fuerza y vitalidad, por coincidir unánimemente en su gran valor aspiracional.
Nuestro trabajo debió, entonces, centrarse en actualizar la estética general acorde a los nuevos códigos que maneja el target y en optimizar desde lo formal sus elementos gráficos para comunicar de manera ideal todas las cualidades intrínsecas del producto.”

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