La operadora estadounidense AT&T se ha unido a la tendencia adoptada por empresas como Google, Microsoft e IBM de proporcionar servicios para empresas alojándolos en una red, en vez de que sean los usuarios los que se hagan cargo de estos datos en unidades físicas.
El nuevo servicio forma parte de una inversión de la compañía por 1.000 millones de dólares (unos 640 millones de euros) en infraestructura de redes para el año 2008 y se extenderá por Estados Unidos, Europa y Asia.
Las últimas iniciativas de AT&T reflejan sus esfuerzos de capitalizar el cambio en la forma de trabajar que hace que los usuarios accedan a entornos alojados en una red.
Esta práctica se denomina “cloud computing”, que significa que las herramientas de un sistema informático se encuentran en una nube o red, y son accesibles para los miembros de ésta de una forma mucho más económica.
Uno de los principales clientes de AT&T es el Comité Olímpico Estadounidense, cuyo portal está gestionado por la compañía, según afirmó ésta en un comunicado.
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