Una agencia de marketing decidió tomar medidas extremas para luchar contra la caída de la moral de sus trabajadores ante el contexto de crisis financiera internacional. Aconsejados por un psicólogo laboral, los empleados empezaron a trabajar desnudos una vez a la semana.
De esta forma, se implementó el naked friday, evolución del famoso casual day: un día a la semana, todos los empleados podían asistir desnudos al trabajo.
"Es la técnica más extrema que usé. Puede sonar extraño, pero funciona, ya que es la expresión última de confianza tanto en uno mismo como en el otro", aseguró el psicólogo que recomendó la iniciativa.
La house manager de la agencia Newcastle, Sam Jackson, lo explicó desde el punto de vista del empleado: "No nos ponemos bajo presión, y ya no hay barreras entre nosotros. Fue duro en un principio, pero ya todos tenemos una mayor confianza entre nosotros. La compañía mejoró inmensamente", según difundió La Tecla.
miércoles, 15 de julio de 2009
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